lunes, 12 de abril de 2010

En un pueblo de 100 habitantes

Toby NG, diseñador gráfico británico de origen vietnamita, recientemente publicó una serie de posters ó afiches que muestran visualmente algunas de las estadísticas mas importantes de los índices de desarrollo humano. La colección completa se puede ver en el sitio de Ng. Aquí una muestra:




Más allá de lo atractivo de la simplicidad de los diseños de Toby Ng, saltan a la vista algunos datos que son francamente espeluznantes.
  • En el planeta, solamente el 1% de la población tiene educación universitaria. ¡Uno de cada cien! Y tiemblo de pensar en lo que esa estadística sería en el caso de México.
  • Tanto como el 14% de la población del mundo no sabe leer y escribir. A veces es fácil dar por hecho que podemos expresarnos e informarnos por medio de la palabra escrita, y es imposible concebir que alguien sea incapaz de hacerlo. Sin embargo, ocurre - y también pasa en México, aunque hay que reconocer que gracias a los esfuerzos del INEA esa estadística se reduce a 7.2%. Apenas la mitad, pero todavía muchísimo.
  • Solamente 7% de las personas en el planeta cuenta con una computadora. Eso convierte al equivalente de nuestros tiempos al analfabetismo en un abismo que separa al 93% de la población del poder formar parte de la parte más dinámica de la economía actual.

Ya no voy a comentar en otras estadísticas como acceso al agua, energía, o reparto de riqueza. Todos tenemos muy claro que hay mucho por hacer. Pero a veces hace falta un esfuerzo de comunicación como el de Ng para que nos caiga el veinte.

Solo me queda un punto particular. 48% de los habitantes de este mundo no pueden actuar de acuerdo a su fé y conciencia sin miedo a represalias económicas, persecución, tortura, libertad, o muerte. 52% si puede hacerlo. ¿De que lado se encuentra México?


martes, 9 de marzo de 2010

Ciudad Espectacular... sin Espectaculares

En la Ciudad de México, como en muchas grandes ciudades del mundo, una de las fuentes de contaminación más prevalentes es la contaminación visual. Si bien esta es solamente estética, el impacto anímico que tiene en las personas es innegable.

Los anuncios espectaculares (o billboards) no solo hacen que la ciudad se vea sucia y más caótica de lo que de por si ya es. Además de esto, son peligrosos, como lo han demostrado tantos anuncios derribados durante vendabales, por no mencionar que en algunas circunstancias pueden ser una distracción para los automovilistas.

Para acabarla de fregar, los que tenemos experiencia en el medio de la publicidad sabemos que no son ni remotamente tan efectivos como otras formas más limpias de anunciarse. Tal vez cuesten menos que un anuncio en TV, radio, cine, incluso Internet. Pero el costo por impacto, o sea, el precio dividido entre el número de personas que ven mi anuncio, es radicalmente mayor que el de otros medios.

¿Porqué no los retiran? Mucho se ha hablado en la Ciudad de México de ordenarlos, limitarlos, o reducir sus números. Pero eso son solucioncitas de medio gas.

En Sao Paulo, Brasil, el alcalde Gilberto Kassab ordenó que se retiraran todos los anuncios espectaculares, quedando los pocos restantes limitados drásticamente en cuanto a tamaño y colocación. En este video se puede ver el resultado.


¿Puede pasar algo así en la Ciudad de México? Kassab hizo esto no sin cierto riesgo político. La pregunta es si los gobernantes mexicanos están dispuestos a correr el mismo riesgo. Los publicistas y anunciantes de Sao Paulo pusieron el grito en el cielo. Sus ingresos se iban a ver drásticamente mermados, argumentaban. Y los dueños de los negocios decían que ya no iban a poder atraer clientes. La realidad, según demuestran los resultados en Sao Paulo, es otra. Y la gente apreuba la medida. Por lo menos el 70% está de acuerdo en que se hayan quitado los espectaculares.

Veo dos obstáculos principales para que ocura lo mismo en el Distrito Federal: primero, que si se ordena lo mismo, los dueños de los espectaculares se ampararán, argumentando que se está poniendo en riesgo su sustento; y segundo, y acaso más importante, que estoy seguro que muchos politiquillos están que se les cuecen las habas para que llegue la época de campañas electorales para poder ver sus carotas estampadas en los espectaculares de la ciudad.

Ojalá algún día la Ciudad de México, que opino es más bonita que Sao Paulo, pueda de verdad verse como se debe ver: limpia y en orden.

jueves, 4 de marzo de 2010

Futuro Prometedor

Después de varios días donde no pasaba nada en el frente laboral (por lo menos en lo que a mi respecta), me han salido al paso por lo menos dos entrevistas de trabajo. Tal vez no salga nada de ellas, pero ya el sólo hecho de tenerlas me da una bienvenida dósis de aliento. Y no es para menos: llevaba yo ya casi tres meses de no tener noticias de nada ni de nadie. Pocas cosas resultan más cansadas que estar sentado a la expectativa de algo que nada más no llega.

De las entrevistas, ¿saldrá trabajo? No sé. La verdad, no quiero ni siquiera hacerme a la idea de que si, o de que no. Neutralidad total. Pero veo el panorama general y noto como las cosas se van calentando en diversos mercados. Los sitios con ofertas de empleo ya no ponen diez o doce anuncios, sino veinte o treinta, y cada día más. En los últimos días he recibido tres llamadas telefónicas que me dan esperanzas de poder conseguir trabajo pronto. Y amigos que están en las mismas condiciones que yo también comienzan a recibir ofertas. Nadie tiene trabajo aún, pero donde antes nadie escuchaba nada, ahora poco a poco comenzamos a recibir indicios de que las cosas mejoran.

Deseenme suerte.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Venderle hielo a los Esquimales

Este texto va con el perdón de mi amigo Conor Woodman.

La frase "venderle hielo a los esquimales" se usa mucho en ventas y mercadotécnia. Cuchillo sin mango, la frase en cuestión. Por un lado, podría considerarse poco brillante la idea de venderle hielo a los esquimales, pues viven rodeados de este. Por otro lado, quien lo logre será considerado como un brillante vendedor.

Tenemos pues una actividad que uno sería muy idiota si decide tomarla, pero un genio si logra llevarla a buen término.

Lo mismo se puede decir de muchas actividades, pero concentrémonos en la venta de hielo a los esquimales.

Estudiémoslo con cuidado: ¿que tan cierto es eso de que los esquimales no necesitan hielo? Claro que lo necesitan. Después de todo, de eso construyen sus iglús. Claro, hay hielo por todos lados en el Ártico, pero siempre habrá mercado para algo nuevo, siempre y cuando sea más fuerte, más ligero, más barato, de colores, o cualquier otra variación. Los esquimales no tienen el monopolio sobre el hielo. Identificar un nuevo mercado no necesita ser revolucionario - una diferencia sutil es suficiente. El esquimal necesita hielo: yo solo debo convencerlo de que es mi hielo el que quiere, que mi hielo es mejor que el que está usando hoy por hoy.

Y ya sabemos que lo necesita, por lo menos como material de construcción. Difícil sería venderlo (como tal) a algún no esquimal, tanto como sería difícil venderle otro material de construcción a un esquimal.

Nada, absolutamente nada, evita que le vendamos hielo a los esquimales, o especias a los hindús, o carne de res a los argentinos, o pasta a los italianos, o cerveza a los alemanes....

miércoles, 24 de febrero de 2010

Mucha nieve, pocas ideas

Normalmente me siento a escribir, como pasatiempo. ¿El tema? Mmh. A veces viajes, a veces cuentos e historias que nunca saldrán de mi disco duro, a veces vivencias, a veces mis particulares y peculiares ideas sobre una variedad de temas.

A veces, como hoy, no me viene nada a la cabeza.

Sigo a la busca de empleo, pues esto de escribir no deja. Estoy sentado en la cocina de mi departamento. Una taza de café descansa a mi derecha, preparado como lo toman los turcos por accidente: negro como la noche (rara vez le pongo leche o crema), amargo como la muerte (suelo ponerle tantas cucharadas de café instantaneo que alguna vez un escocés con el que trabajaba mencionó que le parecía impresionante que le pusiera tanto Bovril a mi caldo), y dulce como el amor (el azucarero dejó ir como medio kilo en medio segundo). Y no sé que escribir.

Hoy decidí no salir (por lo menos durante el día) pues está nevando desde las seis de la mañana. Así que estoy aquí, llenando y enviando aplicaciones de empleo a diferentes empresas, y tratando de obtener inspiración de algún lado para poder escribir. Si no me viene nada en un rato, tendré que ir a la biblioteca - siempre tengo ideas ahí. Espero haya dejado de nevar.

Estoy poco satisfecho con lo que he tecleado hasta ahora. Pero en enero me dije que iba a hacer público todo lo que escribiera, por lo menos durante 2010. Así que, ahí va.

Si alguien se tropieza con esto por alguna razón, vealo como un ejercicio para calentar dedos y aflojar neuronas. Es su único propósito. Si ya llegaron leyendo hasta acá, quiere decir que están aun menos ocupados que yo - en ese caso, mi recomendación es que se levanten y hagan algo. Incluso un mero divertimiento como este, de aspecto insulso y contenido chato y estéril, puede servir como detonante para algo mejor.

Avante.

lunes, 15 de febrero de 2010

Aprendamos de España

El pasado 7 de febrero, Ricardo Medina publicó en su blog Ideas al Vuelo un artículo sobre como la disciplina fiscal salvó a México del desastre que hoy padecen Grecia y, en particular, España. Algunos días después publicó una especie de continuación en Asuntos Capitales, comparando la situación en ambos países. Como es natural, en algunos aspectos España corre con mejor suerte que nosotros, y viceversa. Pero lo que es innegable es que México está en una mejor posición para salir de la crisis que los españoles.

Ahora, es fácil ver cuando estamos haciendo las cosas bien, aunque por alguna razón, como señala Medina, somos particularmente poco adeptos a cantar nuestros logros.  Mientras que otros países cacarean su huevo de colibrí como si fuera de avestruz, cuando nuestra gansa pone uno de oro lo ponemos con cuidado y sin festejos en la caja fuerte. Creo que tenemos que cantar mas los logros en México cuando de verdad valen la pena (y no echar campanas al vuelo porque algun atleta - con digno espfuerzo - quedó en séptimo lugar en alguna competencia).

Por otro lado, tambien es fácil fijarnos en lo que hacemos mal, y de inmediato salen centenares de dedos acusadores señalando las pifias y errores (continuando con la alegoría deportiva, esto es como ese aborrecible sentimiento de que 'no somos nada' porque la selección de futbol perdió en penales). Pero pocas voces se alzan con soluciones, y un número aun menor de manos las pone a la práctica.

Síntamonos orgullosos de las cosas que hacemos bien colectivamente y presumámoslas al mundo. Y veamos que hacemos mal pero no solo veamos y acusemos, propongamos y, sobre todo, actuemos.

martes, 9 de febrero de 2010

Entre Escoceses, Franceses y Santos

No voy a escribir de política, gobierno, viajes, tecnología, o ambientalismo, como usualmente hago. Voy a escribir sobre el fin de semana que recién pasó. Y vaya, a lo mejor puede ser considerado un poco dentro de viajes, dado que todo fue en Edimburgo, Escocia. Pero para mi, Edimburgo es mi casa, y verla como un destino de viaje no me sale fácil.

En fin.

Edimburgo es una ciudad que adopta una atmósfera muy particular cuando se viene el torneo de las Seis Naciones. Esta competencia de rugby enfrenta a Escocia, Irlanda, Inglaterra, Gales, Francia e Italia en partidos de un alto nivel de juego. Y envuelve a las ciudades que reciben juegos en un alto nivel de fiesta.

El sábado comenzó sin mayor novedad: tuve una reunión de la Strategy Society temprano en la mañana, y luego fui con mi amigo David a comprar algunas cosas para la cena del domingo: yo, ingredientes para un guacamole casero, él no se que tanta cosa para un menjurje típico de Nueva Orleans conocido como gumbo. Después de eso, Ian nos recogió en su destartalado Opel Astra modelo 2008 (y el hecho de que un coche de dos años luzca destartalado es mudo testigo de los talentos al volante de mi escocés amigo) y nos fuimos a ver el rugby. Primero Irlanda contra Italia, luego Gales visitando a Inglaterra. Unas cuantas horas de buen rugby, buena cerveza, y buena comida con los amigos. Después fuimos a 99 Hanover, un bar cercano a la Galería Nacional de Escocia. Excelente ambiente.

Lo mejor fue el domingo. Despues de un tal vez demasiado británico almuerzo con unos amigos, nos fuimos a Murrayfield para ver a Escocia jugar contra Francia. Mientras caminábamos hacia allá, y una vez en el estadio, me divertí bastante viendo a la gente. Escoceses con su traje típico, o disfrazados de alguna otra cosa: alguna vaca peluda, el monstruo del Lago Ness, guerreros escoceses tipo Braveheart... Los franceses no se quedabana atrás. Los que menos disfrazados iban habrían llevado una típica boina francesa. Pero había un grupo completo disfrazado de pollos (haciendo alusión al gallo francés), varias versiones de Astérix y Obélix, más de un Napoleón, y cualquier cantidad de locuras adicionales. Previo al partido, como buen espectáculo escocés, un agrupamiento de unos 40 gaiteros tocó llenó con su música el estadio. Después de los himnos (y pocas cosas se comparan con escuchar La Marsellesa en un estadio cuando juega Francia, o a los escoceses entonar Flower of Scotland con todo el sentiemiento del mundo), el partido empezó. Escocia jugó con todo el corazón del mundo, pero los franceses simplemente fueron mejor equipo. En fin, este fue el primer fin de semana de las Seis Naciones. Marzo nos dirá si los irlandeses repiten el campeonato, o si alguien más alza el trofeo.

Aquí cabe hablar un poco de lo que es la atmósfera rugbística en Edimburgo. Primero, el estadio está dentro de la ciudad, para fines prácticos, a unos veinte minutos a pie del centro. El recorrido es entretenido, pues desde varias cuadras antes uno va en medio de gente que ya se saborea el partido. Papás con los hijos, abuelos con los nietos, grupos de amigos, todo de lo más relajado. En México estamos acostumbrados a llegar en coche al estadio y todo es un griterío alegre desde que te bajas del coche, donde sea que lo hayas dejado. Acá no es tan ruidoso (excluyendo las  gaitas que se pueden oir desde lejísimos), y mas bien parece un paseo dominguero. Llegando al estadio, la entrada es fácil. No te catean como lo hacen normalmente en otros estadios, y es que el ambiente es mucho muy relajado. Adentro venden cerveza, cosa que en los estadios de futbol del Reino Unido está prohibido por los hooligans. A muchos les llama la atención que no haya hooligans en el rugby, pero así es. La venta de cerveza está limitada, claro: dos litros por persona. Además de eso, es típico en los estadios escoceses la venta de hamburguesas, papas a la francesa con curry, y vasos de Bovril, otra bebida típica escocesa que no es mas que caldo de res. Beef tea, le dicen en Glasgow, de donde es originario.

Despues de un buen juego, una tarde amena con los amigos, preparándonos para el Super Bowl, donde mi equipo favorito, los Santos de Nueva Orleans, se enfrentaban a los Colts de Indianápolis. Llegamos temprano a casa de Ian, y luego luego a preparar las botanas y demás. Había cervezas, guacamole, alitas de pollo, queso, haggis (estamos en Escocia, al fin y al cabo), papas, y el famoso gumbo de David. Bastante bueno el estofado. Es como una especie de puchero, digamos, pero con salchicha, camarones, ostras, y no se que tanto más. Cuando empezó el juego, eramos como quince, y todavía llegó mas gente.

Y que juego. El espectáculo de medio tiempo de The Who no me fascinó - la realidad es que ya están bien viejos - pero el partido fue de mi total agrado. Hubo tensión, a la mitad del primer cuarto Nueva Orleans ya iba abajo 10 - 0, pero que manera de recuperar el control del partido. Marcador final: 31 - 17. Para esas alturas, ya eran las 3 de la mañana, y todos tardamos como medio segundo en despedirno y salir de ahí. Se antojaba seguir en la fiesta, pero lunes es día de chamba.

(Chamba que por cierto sigo buscando. Si alguien sabe de cualquier empresa que contrate por este lado del mundo, les agradeceré me envíen los datos.)

De que fue un fin de semana divertido, relajado, y con buen ambiente, creo que no puede caber duda.

lunes, 25 de enero de 2010

Arte Posmoderno

La promesa de una exposición de arte como ninguna no es nueva. Años ha que me llegan invitaciones que advierten sobre la obra inédita del inventor del “Café sobre Café” o de la escultura más refinada y pequeña que jamás se hubiera visto.

La de hoy era distinta por lo menos en la redacción. A saber, se advertía un giro de 90° y ya desde ahí esperaba algo anormal, original o imposible.

En el remitente firmaba El Gran Glotín y como tema el 2 de octubre.

Suelo ignorar las fiestas cívicas que por infructuosas se van desgastando. Hay que ver a los jóvenes que gritan: saben de historia más o menos lo mismo que usted y yo de monodrópteros Baleares.

Me río, mas la suscripción de El Gran Glotín es un aliciente. Si lo consideraron entre los críticos patrocinadores no es por algo insignificante. Ya sabe usted: El Personaje capaz de dar el veredicto final, indiscutible, perfecto. El hombre preparado que dicta líneas de campaña precisas, escribe discursos refinados y nunca con una sola mentira.

Claro. ¿Qué se puede esperar de los hombres de palabra?: preparados, instruidos y ávidos de conocimiento que acumulan y no dejan empolvar. En fin: Artemisa les ha dado por llamar a la curadora y exponente principal. Su fama es la de una mujer capaz de dislocar un edificio para que su arte innove. Eso, claro, es parte de la publicidad que he visto en las revistas donde, por el formato, La Diosa se ha negado a presentar cualquiera de sus obras.

El marco es Tlaltelolco y el motivo...

Después de Don Pedro parece que no hubo nada relevante en esa zona hasta el 9681 y a partir de ahí, más y más ganas de resolver ambas hecatombes.

Sí. Digo bien: hecatombes. Primero aquellos bueyes en día de plaza, en plena guerra confiados al Sol después, estos otros esperando que la coyuntura internacional los rescatara. Héroes que cambiarían al mundo desde una plaza sin considerar que el Gran Papá no se tocaría el corazón por unos cuantos hijos rebeldillos.

Regresando al papel, sea por ecologistas o acaso para que el rumor vuele más lejos pero al fin, la invitación llegó en revolución y yo casi la rompo en la primera impresión.

Pasando al título, léalo ahora conmigo para que se entere de una vez:

GIRO ARTÍSTICO DE NOVENTA GRADOS

Por lo anterior se podría pensar que se pusieron a pintar en las esquinas. No es difícil después de todo, La Fuente vista por el haz sería expulsada de su pedestal y enviada a un vertedero.

Veamos pues la línea que advierte sobre

"LOS NUEVOS VALORES NACIONALES".

ARTE JUVENIL. EL FUTURO DE MÉXICO Y PRESENTE DEL ARTE MUNDIAL EXPUESTO EN UNA SOLA PLAZA.

JÓVENES TALENTOS BUSCANDO UNA OPORTUNIDAD PARA MOSTRARNOS LO MEJOR DE SU INTERIOR.

¿Escatológico o no?

Disculpe usted. Suelo considerar las cosas muy literalmente y pensé en arte más moderno quizá del sugerido por este documento.

LA ENTRADA SERÁ LIBRE Y ASISTIRÁN A LA INAUGURACIÓN LOS EXPOSITORES.

Desde luego puedo no asistir si considero la libertad aludida en esa línea pero... ¡Fallarle a El GRAN GLOTÍN!

Ni pensarlo. Además, La Diosa podría no volver a pintar nada en México y yo me habría perdido esta GRAN EXPOSICIÓN.

¡Nunca!

No está de más ver y escuchar la opinión de lo más granado de los medios antes de las ediciones matutinas pero hasta ahora, salvo que los "NOVENTA GRADOS" se refieran a la vuelta que debo dar a este papel para seguir leyendo, no veo otra justificación.

Aquí está. La firma de El Gran Glotín debajo de lo increíble;

lo nunca visto;

LA INNOVACIÓN.

LO ESPERAMOS EN LA PRIMERA EXPOSICIÓN DE MURALES EN EL SUELO, ENCABEZADA POR LA DIOSA ARTEMISA Y SU TALLER DE BACHILLERES

EGG

viernes, 22 de enero de 2010

El Ateismo Climático

Walter E. Williams, profesor de economía de la George Mason University, recientemente publicó un artículo donde llama al recalentamiento global una religión. Irónicamente, procede entonces a atacar a esta 'religión' con un fervor que a veces vemos en ciertos misioneros protestantes.

Williams alega que "es estúpido pensar que las actividades humanas pueden lograr cambios en la temperatura terrestre." Procede a poner como ejemplos la era glacial y la imposibilidad de los seres humanos de detener tsunamis y huracanes.

Así mismo, cita un impresionante aumento en la población de osos polares, una de las especies más amenazadas por la reducción de los casquetes polares. De donde obtuvo esa información, no sabemos, pues el señor no cita sus fuentes. Hoy en día se estima una población global de 25,000 osos polares. ¿Cuantos había en 1960? No sabemos, ya que aun hoy se trata de una especie que habita un territorio poco estudiado. Pero aun así, de las 19 'colonias' de osos identificadas, ocho están en franco declive, tres se encuentrasn estables, y solo una está creciendo. De las siete restantes, se tienen pocos datos. ¿De donde, pues, obtiene el dato de un aumento en la población total? Debe tener espías entre los osos polares. Pero bueno, no son los osos el punto de su ensayo ni del mío.

Sobre su reclamo de que es arrogante el pensar que los seres humanos no podemos alterar el clima, comenzaría por señalar que especies mucho menos difundidas e 'inferiores', como termitas y castores, tienen un efecto medible en los microclimas de las zonas en las que habitan. Los efectos del dióxido de carbono (CO2) como 'trampa de calor' son conocidos desde hace mas de un siglo. Consideremos ahora que los seres humanos no generamos CO2 solamente por actividad bilógica, sino también por actividad industrial. La cantidad de gas que ponemos en la atmósfera cada año es enorme. Y no esta focalizada: no existe país en el mundo que no esté contribuyendo de alguna manera a la producción de gases invernadero.

Williams comete otro error, que ya he señalado en alguna otra ocasión, al hablar de calentamiento global. Usar ese término es darle municiones gratis a aquellos que lo niegan, pues rápido señalan los crudos inviernos que ha padecido Europa y Norteamérica recientemente. ¿Calentamiento global? ¿Y porque tanto frío? La situación no es tan sencilla. Usualmente hablamos de cambio climático pues esa es la situación real. Hace frío donde antes no hacía, donde llovía ahora hay sequía, donde no llovía se padecen inundaciones severas. Es una necedad decir que esto no está pasando, y más aun pretender negar la evidencia científica que la sustenta.

¿Se busca dar miedo? ¿Que se gana con eso? Si hubiera una clara agenda de gasto público en todo el mundo para contrarrestar el cambio climático, tal vez podría darle algo de credibilidad a la teoría de Williams. Pero las economías más grandes se resisten a establecer políticas claras de inversión y acción, como vimos en Copenhague hace unos meses.

Williams habla de los que creen (¡creemos!) en el cambio climático como si fuera una religión fundamentalista, basada en preceptos falsos, llena de seguidores fanáticos. No se da cuenta que él mismo cae en este tipo de actitud al negar tajantemente la posibilidad de que tales hechos sean ciertos. Que hay entre la comunidad científica voces opuestas es una realidad, y una realidad bienvenida a tal caso. Es la disención educada la que genera el choque de ideas que impulsa la búsqueda de la verdad. Pero negarlo absolutamente, oponiéndose a cualquier diálogo, convierte a Williams y quienes comparten su actitud (que no su opinión) en verdaderos y virulentos ateos del cambio climático.

En un afán conciliador, le diría a Williams que mantengo una mente abierta y contemplo la posibilidad de que el cambio climático no se deba a causas humanas. Pero agregaría dos cosas: primero, que dicho cambio es real, como ni siquiera él lo ha negado; y segundo, que tal vez no se deba a causas humanas, pero tal vez si. Tenemos que hacer lo que podamos por frenar e incluso corregir este cambio climático, por nuestro propio bien. La alternativa es no hacer nada y esperar que sea una situación natural y pasajera.
¿Estamos dispuestos a correr ese riesgo?

lunes, 18 de enero de 2010

El Bloqueo de Castro y la Devaluación de Chávez

Hoy me di una vuelta por el blog de Asuntos Capitales, páginas que leo con relativa asiduidad. Me encontré dos artículos bastante buenos, uno de Santos Mercado sobre el bloqueo que Castro impone a los cubanos, considerándolo aun más trágico que el impuesto por EEUU al propio Fidel; y otro de Godofredo Rivera, donde analiza el tema de la devaluación del Bolívar.

Ambas medidas tienen por objeto fortalecer el control de los dictadores sobre sus pueblos. Castro ha venido haciendo eso desde que tomó el poder, al prohibir la propiedad privada entre lo cubanos. Al no haber propiedad privada, es imposible el comercio entre los habitantes de Cuba: un bloqueo comercial interno. Más allá de lo que podrían estar comerciando con el exterior, al no haber comercio interno más que el permitido por el estado, la economía cubana padece lo que hoy vemos: pobreza y privación de la mayoría, y abundancia para algunos cuantos que, o controlan el sistema, o a base de astucia han conseguido darle la vuelta. Estos últimos son, sin embargo, los motores de los mercados negros que por fuerza existen en estas condiciones, y que solamente se traducen en mayor pobreza y carencias para el resto de la población.

Chávez, por su lado, ha conseguido devaluaciones prácticas del 215 y 320%. Esto sin duda empobrece a los venezolanos, aproximándolos inexorablemente a una realidad netamente cubana (sueño chavista), al tiempo que, a base de la sitemática destrucción de la libre economía y la empresa, ha ido logrando darle más poder a Hugo el dictador. Las medidas de devaluar el 'bolívar fuerte' (que viene siendo tan recio como un malvavisco) y de crear un 'bolívar petrolero' más caro le dan un respiro a los cofres de Chávez al propiciar un mayor ingreso de bolívares por cada dólar en transacciones petroleras. Esto le funciona pues puede financiar más fácilmente sus medidas populistas en el corto plazo. Pero a largo plazo genera una espiral de pobreza de la cual será cada vez más difícil que los venezolanos salgan.

Uno bloquea, el otro devalúa. Sus pueblos, por la calle de la amrgura. Y México, por comparación, en jauja. Pero esperemos que independientemene de esto último nuestro pueblo vea y aprenda de la situación en esos países que no tuvieron la fortuna de librarse de un salvador mesiánico como nos libramos nosotros en 2006.